jueves, 24 de febrero de 2011

d de dedo, d de decisión

nada importa lo suficiente como para evitar una decisión
..romper un papel, escribir un carta, voltear..
no existe una escuela para tomar las decisiones correctas; y si existiera creo que no la buscaría
..contesar esa llamada, hacer esa lista, decir esas palabras..
a veces empujo la decisión contra el tiempo, pero las duras no se mueven y siempre se quedan tan quietas al frente
..compra el pasaje, abrazalo, huye..
si todos los espacios de esta vida estuvieran iluminados quizá sería más fácil encontrar la salida,
usualmente son oscuros, como tu cabeza cuando cierras los ojos
..tengo miedo, no puedo, no me sale..
las excusas no son medibles, son solo paredes que tú pintas de colores bonitos
..silencio, flojera, sueño..
dormir para descansar, no para escapar, es un estado de confort que carece de acción
la noche trae la paz y las sombras, tú escoges a cuál arrullas
..mirada, cuerpo, piel, pesadillas..
si todavía no te diste cuenta, es porque no estabas ahí
estabas tan solo pasando el rato
..horas, minutos, segundos, y la nada..
si aprendes a respirar lento quizá tengas más tiempo de responder esa pregunta que reposa sobre tu muñeca
..sed, miedo, pena..
si no quieres hablar de esto, entonces por qué lo sigues leyendo?
..para, piensa, di la verdad..

sábado, 12 de febrero de 2011

cuerpo.dice

Estoy esperando que despiertes. El sueño se desenreda despacio entre mis pestañas. La luz del cuarto se mueve, ociosa.
Rozo con mis pies la cama y sobo la espalda del gato. El siempre está ahí acompañando recuerdos que se pegan usualmente al borde de mi ventana. Me gustaría poder cortar la neblina para que el sol se estire conmigo.

Cambié de opinión. Ya no quiero llamar. Quiero poner una canción que me gusta y que combine con el color de mis uñas.
Se enrosca otro pensamiento ambigüo. Soy dulcera pero detesto ser melosa. Bajo el volumen y miro directo al techo.
Tal vez sería más fácil decidir si uno pudiera compartir sus dudas con alguien imparcial que posee mucho criterio.
Muy pocas personas tienen un criterio respetable. Muchas obligan a uno que piense distinto porque les faltan argumentos. Que cultura más forzada y llena de disfuerzos.

Es bonito conversar con alguien auténtico que no se disfuerza.
Y si eso no es posible, siempre se puede bailar con los ojos cerrados. Creo que solo en esos instántes, mi cuerpo se entiende con la cabeza. Las demás veces están un poco disasociados, como mis pies ahora, que no saben donde reposar, pican inquietos.

Quizá si uno escogiera escuchar su cuerpo en vez de la cabeza, no sería tan difícil decidir. Cuerpo como instinto, no como impulso, no como movimiento, no como reacción.A veces mi cuerpo quiere que vaya más lento, que actué con más cuidado, que permanesca quieta, que mastique suave las palabras, que avance valiente, que me suelte y doble, que llene un sitio, que cargue una cabeza pesada o dos. Quizá el cuerpo ayuda a decidir más de lo que crees y quizá tú no le prestas atención cuando te llenas, cuando te saturas, cuando te duele, cuando te equivocas.

Abrazo una almohada contenta, entra el calor gris y decido llamarte luego. Te vas a poner muy contento cuando te lo cuente. Me lo dice mi panza con su silencioso cosquilleo.
No te asustes cuando sientas que mi voz vaya cambiando de color.
Es porque me has hecho pensar en algo muy bonito y no quiero que se vaya.